Tal vez el momento que más tensión sintieron los jugadores durante el partido fue durante el penal de Darwin Machís que fue atajado por Ricardo Gareca. Con el marcador a favor y obteniendo un resultado ante una Selección que no se le ganaba tras 24 años, era un momento de puros lamentos para Miguel Trauco.
Tras el segundo gol de la bicolor y la excelente ejecución del tiro libre de Christian Cueva ayudado por el ligero desvío en el delantero Aristeguieta, la euforia desbordaba de los poros de los jugadores y Gareca tomó la difícil decisión de entrar en una faceta de absoluta defensa.
Es entonces que la Vinotinto desplegó su ofensiva y tras un centro por la banda de Miguel Trauco, los brazos extendidos del lateral izquierdo fueron los causantes del silencio del banquillo peruano y la esperanza de los aficionados venezolanos en las gradas del Estadio Olímpico.
Ante esa situación, el entrenador peruano llamó al lateral para calmarlo y pedirle “cabeza fría”. Con el ingreso de Marcos López pocos minutos después, el doble lateral liberó presión defensiva a Trauco y a pesar de terminar el partido amonestado, fue el técnico quien mostró su apoyo al peruano.
25/04/2024
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