Roberto 'Chorri' Palacios le dio un consejo de vida a Jean Deza para que deje el mal camino, mencionando que tiene mucha gente a su alrededor que no lo está ayudando, sino más bien hundiendo, por lo que debería poder ver eso para conseguir salir de ese pozo en el que está metido ya hace tiempo y que podía traer problemas graves más adelante.
Roberto Palacios, reconocido exfutbolista de la selección peruana, abordó la denuncia contra Deza en su programa de YouTube ‘Chorrigolazos’. Inicialmente, Palacios expresó su decepción ante la noticia, recordando que él mismo había pedido la convocatoria de Deza a la selección en octubre del año pasado, durante la fecha doble de las Eliminatorias 2026, destacando su buen momento en Huancayo.
“Me hubiera encantado tener a Grimaldo por un lado, a Reyna por otro y a Jean Deza, que sería un jugador diferente y viene haciendo las cosas bien en Huancayo, pensé que iba a tener el premio de ser convocado”, comentó Palacios en aquel entonces.
Sin embargo, tras la denuncia, el ‘Chorri’ cambió radicalmente su discurso: “Me ha caído como un baldazo de agua fría lo que ha pasado con Deza. Pensé que había recapacitado de todas las cosas malas que había hecho en su carrera y que iba a aprovechar estos últimos años que le quedan de deportista, hasta lo vi botar unas lágrimas en una entrevista, se lo creí, estaba muy contento con él”.
Palacios lamentó no haber podido conversar con Deza recientemente, ya que en el pasado había tenido la oportunidad de hablar con él en dos ocasiones. “Esperaba verlo en algún momento en estas vacaciones, porque me pasó. Anteriormente lo había visto, había hablado con él en dos oportunidades, y esta vez no se me cruzó. Mira ahora con esta noticia que ha pasado ya le quitaron el contrato, se metió en un lío tremendo, es una pena”.
Finalmente, el ‘Chorri’ señaló el que considera el principal problema de Deza: “Lamentablemente a su lado hay personas que no lo ayudan a crecer, que si tuviera amigos de verdad, le estuvieran hablando todos los días, así se moleste, diciéndole ‘hay que cambiar, deja esto’, para su bien de él, pero sus amigos han estado para disfrutar su momento y compartir sus fiestas, ahí está las consecuencias”.
Según el testimonio de Gabriela Álava, la agresión ocurrió tras una discusión en una fiesta de Año Nuevo celebrada el 1 de enero en un departamento de San Miguel. Álava relata que, al intentar retirarse del lugar, Deza la detuvo y la agredió físicamente hasta dejarla inconsciente durante varios minutos. Este relato ha generado una fuerte indignación pública y ha puesto nuevamente en el ojo de la tormenta al futbolista.
La denuncia de Álava ha activado el sistema legal. La Defensoría del Pueblo se ha pronunciado al respecto, solicitando a la Fiscalía que se reconsidere la calificación inicial de las lesiones como “leves”, teniendo en cuenta el contexto de violencia y los antecedentes de Deza, quien acumula 11 denuncias previas por diversos casos de violencia contra la mujer. La Defensoría busca que se aplique una sanción acorde a la gravedad de los hechos y a la reincidencia del jugador en este tipo de conductas.
El escándalo también ha tenido repercusiones inmediatas en la carrera deportiva de Deza. El club Juan Pablo II, con el que había firmado a finales de 2024 tras su paso por Sport Huancayo, decidió separarlo de manera definitiva. Esta decisión se tomó a solo un día del inicio de la pretemporada del equipo, dejando al jugador sin club y con un futuro incierto en el fútbol profesional.
Desde que se hizo pública la denuncia de Gabriela Álava, Jean Deza ha optado por el silencio. El jugador desactivó su cuenta de Instagram y no ha emitido ningún comunicado al respecto. Esta actitud genera aún más incertidumbre sobre su futuro y agudiza la crisis que atraviesa su carrera.
El caso de Jean Deza es un triste ejemplo de cómo los problemas extradeportivos pueden truncar una carrera prometedora. A pesar de su talento futbolístico, el jugador ha reincidido en conductas violentas que han afectado gravemente su imagen pública y sus oportunidades profesionales. Este nuevo escándalo no solo perjudica al propio Deza, sino que también daña la imagen del fútbol peruano. La sociedad exige medidas más contundentes para prevenir y sancionar este tipo de actos, y el caso de Deza debe servir como un llamado a la reflexión sobre la importancia de la educación y el apoyo psicológico para los deportistas. La interrogante ahora es si Deza podrá aprender de sus errores y cambiar su rumbo, o si este nuevo episodio marcará el final definitivo de su carrera.
09/02/2025
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