Por Renato Perez
La derrota de Alianza Lima por 2-0 ante São Paulo en Matute dejó muchas preocupaciones, pero una en particular se ha vuelto recurrente y alarmante: el equipo no logra terminar sus partidos con once jugadores en cancha. Esta vez, nuevamente una expulsión condicionó el trámite del encuentro, y la paciencia comienza a agotarse entre los hinchas. El técnico Néstor Gorosito tiene un problema serio que debe corregir de inmediato si quiere mantener viva la esperanza en la Copa Libertadores.
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El dato es contundente y preocupante. Alianza Lima ha sufrido expulsiones en sus últimos cuatro partidos de forma consecutiva. En el torneo continental y en la Liga 1, esta tendencia no solo afecta el juego colectivo, sino que también reduce las posibilidades de competir de manera equilibrada ante rivales de nivel.
Antes de esta racha de cuatro encuentros, el equipo ya había sufrido dos expulsiones seguidas en abril: una ante Libertad y otra en el clásico frente a Universitario. En total, son seis partidos recientes donde Alianza ha jugado con uno menos durante una porción importante del compromiso. De esos seis partidos, solo pudo ganar dos. El resto terminaron en derrota o empate, con una clara desventaja por la inferioridad numérica.
En el fútbol moderno, jugar con uno menos es prácticamente una condena. Se requiere un esfuerzo físico mayor, se pierde equilibrio táctico y el rival gana espacios que pueden ser letales. Eso fue exactamente lo que ocurrió ante São Paulo, que manejó el partido con inteligencia y castigó a un Alianza disminuido en todas sus líneas. Más allá del rendimiento individual o colectivo, las expulsiones están costando puntos y credibilidad. Son errores que no se pueden permitir a este nivel de competencia, y lo más grave es que se están volviendo costumbre.
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Néstor Gorosito tiene la responsabilidad de frenar esta racha negativa. No solo debe trabajar lo futbolístico, sino también lo mental y lo disciplinario. Evitar reacciones innecesarias, enseñar a contener el juego fuerte sin pasarse de la raya y mantener la concentración durante los 90 minutos es tan importante como cualquier sistema de juego. Alianza Lima necesita terminar los partidos con once. De lo contrario, ni la mejor táctica podrá salvarlo de seguir cediendo terreno en torneos donde el margen de error es mínimo.
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