Por Renato Perez
En el fútbol peruano, los grandes equipos siempre están bajo el ojo crítico de los hinchas y la prensa, y Sporting Cristal no es la excepción. Este 2025, a pesar de contar con un plantel que en teoría debería ser competitivo, la directiva celeste, encabezada por Joel Raffo (presidente) y Gustavo Zevallos (gerente deportivo), ha cometido uno de los errores más críticos de la temporada: confiar en que la base del plantel de 2024 sería suficiente para mantener el nivel y competir de gran manera. Este planteamiento se ha visto reflejado en la escasa cantidad de fichajes que realizaron para reforzar al equipo en este nuevo año.
Mientras los equipos rivales se han reforzado con jugadores de peso y con proyectos que apuntan a mejorar en todas las líneas, Sporting Cristal optó por realizar fichajes limitados: Catriel Cabellos, un volante de perfil ofensivo, Misael Sosa, un extremo que llega a aportar frescura en ataque, y Axel Cabellos, un lateral izquierdo que promete reforzar una zona que había sido problemática. Sin embargo, estos fichajes no son suficientes para cubrir las grandes necesidades que tiene el equipo en varios sectores del campo.
Los hinchas esperaban más refuerzos de calidad y no solo complementos para un plantel que, a pesar de tener buenos jugadores, sigue careciendo de profundidad en ciertos puestos. La apuesta de la directiva al confiar solo en estos fichajes ha quedado clara al observar cómo el equipo ha tenido dificultades para competir a un nivel alto desde el inicio de la temporada. Con solo tres incorporaciones, el equipo no ha logrado elevar su rendimiento ni mejorar la competencia interna.
El plantel del 2024, a pesar de ser competitivo en su momento, ya mostraba falencias que requerían de ajustes. La falta de experiencia y de refuerzos de peso en zonas clave como la defensa y el mediocampo ha sido notoria en este 2025. El rendimiento inconsistente de algunos jugadores, sumado a la falta de variantes tácticas, ha dejado en evidencia que el equipo no tiene las armas necesarias para ser dominante en el torneo, algo que siempre se espera de un club de la magnitud de Sporting Cristal.
En especial, la decisión de no incorporar jugadores con más experiencia internacional o con mayor nivel de competitividad en otras ligas ha sido un golpe para la calidad del plantel. Si bien es cierto que Catriel Cabellos y Misael Sosa tienen mucho potencial, no tienen la experiencia ni el recorrido necesario para llevar al equipo a pelear en lo más alto de la Liga 1 y las competencias internacionales.
La responsabilidad de esta decisión recae directamente sobre la directiva de Cristal. Joel Raffo, como presidente, y Gustavo Zevallos, como gerente deportivo, han sido los principales responsables de la planificación del plantel. Ambos han apostado por una renovación a bajo costo, confiando en que el talento interno y la continuidad del proyecto serían suficientes para competir a gran nivel. Sin embargo, este enfoque ha sido erróneo, y los resultados de la temporada 2025 han demostrado que el equipo necesita más refuerzos y un ajuste táctico.
Las expectativas eran altas tras un 2024 que dejó mucho que desear en cuanto a rendimiento, y con una base sólida, los hinchas esperaban una mejor versión de Sporting Cristal este 2025. No obstante, la escasez de fichajes ha resultado en una gran frustración tanto para los aficionados como para el cuerpo técnico, que ahora debe hacer malabares con un plantel que no está a la altura de las exigencias.
14/03/2025
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