El mundo del fútbol peruano, y en especial la familia aliancista, se encuentra de luto tras el fallecimiento de Guillermo Alarcón Menéndez, quien fuera presidente de Alianza Lima entre 2009 y 2012. La noticia, confirmada por RPP Noticias este lunes 30 de diciembre, evoca una etapa en el club marcada tanto por logros deportivos como por posteriores controversias legales que ensombrecieron su legado.
Guillermo Alarcón, conocido en el ámbito futbolístico como 'Pocho', llegó a la presidencia de Alianza Lima en abril de 2009, sucediendo a Carlos Franco. Liderando la Lista #2, denominada "Alianza por el Cambio", Alarcón se impuso en las elecciones a Carlos Tizón, asumiendo las riendas de la institución con la promesa de una renovación profunda. Su gestión se extendió hasta el año 2012.
La etapa de Alarcón al frente de Alianza Lima trajo consigo momentos importantes para la institución en el plano deportivo. Bajo su mandato, el primer equipo disputó dos finales del Torneo Descentralizado, en 2009 y 2011, aunque sin lograr el título en ninguna de ellas.
Sin embargo, uno de los hitos más recordados de su gestión fue la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores en 2010. Aquella campaña significó la última vez que Alianza Lima superó la fase de grupos del torneo continental, un logro que aún se recuerda con nostalgia entre los hinchas blanquiazules. Este éxito internacional marcó un punto alto en la gestión de Alarcón, generando expectativas sobre el futuro del club.
Desde su campaña electoral, Alarcón prometió una ambiciosa modernización del estadio Alejandro Villanueva, conocido popularmente como Matute. Entre sus propuestas destacaban la construcción de palcos y la mejora de la iluminación, con el objetivo de ampliar la capacidad del recinto a 60 mil espectadores. Sin embargo, estas promesas de infraestructura no se concretaron durante su gestión.
Otra de las promesas de Alarcón que generó gran expectativa entre la afición fue el fichaje de un delantero de renombre internacional. Para el año 2010, el entonces presidente blanquiazul anunció la llegada de "un delantero A-1, de la Primera División de Argentina y que jugó junto a Lionel Messi". La promesa ilusionó a los hinchas, quienes esperaban un refuerzo de talla mundial.
Finalmente, el jugador que llegó a La Victoria fue Hernán Peirone. Si bien Peirone tenía experiencia en el fútbol argentino, su rendimiento en Alianza Lima no estuvo a la altura de las expectativas generadas. El delantero argentino solo anotó dos goles durante su paso por el club, convirtiéndose en un ejemplo de las promesas incumplidas durante la gestión de Alarcón.
Tras dejar la presidencia de Alianza Lima en 2012, la figura de Guillermo Alarcón se vio envuelta en una serie de controversias legales que marcaron su legado. Dos años después de su salida del club, Alarcón fue condenado a cinco años de prisión efectiva por manejos irregulares durante su gestión. Posteriormente, esta sentencia se modificó a una condena de tres años de prisión condicional.
Pero el caso más grave que involucró a Alarcón fue el caso Oncoserv. En enero de este año, el Poder Judicial lo sentenció a 13 años de cárcel por los delitos de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir, en el marco de este proceso. Esta condena representó un duro golpe para la imagen del exdirectivo y ensombreció los logros deportivos que había conseguido durante su gestión al frente de Alianza Lima.
El fallecimiento de Guillermo Alarcón cierra un capítulo en la historia de Alianza Lima, un capítulo marcado por contrastes entre éxitos deportivos y graves acusaciones legales. Su gestión será recordada por la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores en 2010, pero también por las controversias que lo llevaron a ser condenado por la justicia. Descanse en paz.
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