Ser figura en Europa no siempre asegura terminar la carrera con cuentas millonarias. Dos de los máximos íconos de la Selección Peruana, Claudio Pizarro y Jefferson Farfán, lo vivieron en carne propia, pero con realidades muy distintas cuando les tocó despedirse del Viejo Continente.
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No hay duda: ambos dejaron huella. Claudio Pizarro, eterno goleador, hizo historia en el Bayern Múnich y el Werder Bremen, acumulando títulos y goles que aún se recuerdan. Su técnica depurada para definir dentro del área lo convirtió en uno de los atacantes más letales que ha tenido el fútbol peruano en toda su historia.
Por su parte, Jefferson Farfán también escribió páginas doradas en Europa, aunque con un estilo completamente distinto. La 'Foquita' deslumbró con su velocidad endiablada y su capacidad para romper defensas, brillando primero en el PSV Eindhoven, luego en el Schalke 04 y finalmente en el Lokomotiv Moscú.
Aquí viene el dato que muchos no esperaban. A pesar de su inmensa trayectoria, Claudio Pizarro, en su última etapa en el Werder Bremen, ganaba apenas $25 mil dólares al mes, sumando un salario anual de $300 mil dólares. Una cifra modesta si se compara con sus años de gloria en el Bayern o con otras estrellas del continente.
En cambio, Jefferson Farfán, en su paso final por el Lokomotiv, se aseguró un contrato de $1.5 millones de dólares al año, un "sueldo galáctico" que no solo compensaba su calidad, sino también el duro clima ruso que tuvo que soportar.
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Mientras Pizarro ponía el corazón para seguir jugando por amor al fútbol, Farfán podía darse el lujo de seguir facturando cifras impresionantes. Este contraste revela cómo el cierre de carrera puede ser tan desigual incluso entre ídolos de un mismo país.
10/05/2025
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