El cambio que siempre se le pidió a Fossati y que ahora Ibáñez podría hacerlo en Videna

La llegada de Óscar Ibáñez a la dirección técnica de la Selección Peruana ha generado gran expectativa entre los aficionados. Uno de los cambios más esperados es la posible modificación del sistema táctico utilizado por su antecesor, Jorge Fossati. Mientras que Fossati se aferró al esquema 3-5-2 durante todo su periodo al mando de la 'bicolor', Ibáñez parece dispuesto a explorar nuevas alternativas.

Jorge Fossati implementó el sistema 3-5-2 con la intención de darle mayor solidez defensiva a la Selección Peruana. Sin embargo, este esquema no logró los resultados esperados y generó diversas críticas. La falta de claridad en el juego ofensivo y la dificultad para generar ocasiones de gol fueron algunos de los principales problemas que se evidenciaron durante el proceso de Fossati.

Ante esta situación, Óscar Ibáñez ha señalado su intención de volver a un esquema más tradicional, como el 4-4-2 o el 4-3-3. Estos sistemas tácticos le permitirían a la Selección Peruana tener mayor control del balón en el mediocampo y generar más oportunidades de gol. Además, estos esquemas se adaptan mejor a las características de los jugadores peruanos, que suelen destacar por su habilidad individual y su capacidad para jugar en espacios reducidos.

Las ventajas del cambio de sistema

El cambio de sistema podría traer consigo varias ventajas para la Selección Peruana:

• Mayor claridad en el juego ofensivo: El 4-4-2 o el 4-3-3 suelen ser sistemas más ofensivos y permiten generar más ocasiones de gol.
• Mayor flexibilidad táctica: Estos sistemas permiten realizar más variantes tácticas durante el partido, lo que dificulta la tarea de los rivales.
• Mejor aprovechamiento de los jugadores: Algunos jugadores de la Selección Peruana podrían rendir mejor en un sistema diferente al 3-5-2.

Los desafíos de implementar un nuevo sistema

Sin embargo, el cambio de sistema también presenta algunos desafíos:

• Adaptación: Los jugadores deberán adaptarse a un nuevo sistema táctico, lo que requiere tiempo y entrenamiento.
• Coordinación: La coordinación entre los jugadores será fundamental para que el nuevo sistema funcione correctamente.
• Resultados a corto plazo: No se pueden esperar resultados inmediatos. El cambio de sistema requiere un proceso de adaptación y consolidación.

La decisión de Óscar Ibáñez de abandonar el sistema 3-5-2 es una muestra de su flexibilidad y su capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones. El nuevo entrenador de la Selección Peruana busca implementar un sistema de juego que permita a la selección ser más competitiva y alcanzar los objetivos propuestos.