Por Renato Perez
Fuente: X
La reacción de José Guillermo "Chemo" del Solar, director técnico de la selección peruana, al ver el increíble fallo del defensor Alejandro Pósito ante Uruguay es uno de esos momentos que reflejan la tensión, la frustración y el desconcierto de un entrenador cuando algo inesperado sucede en un partido clave. El error de Pósito, un joven defensor de solo 19 años, que permitió el gol de Uruguay a los 5 minutos del primer tiempo, marcó un antes y un después en el encuentro, y la reacción de Del Solar fue tan intensa como la magnitud del error cometido por el futbolista.
Pósito, quien hasta ese momento había mostrado buenos desempeños en la selección, tuvo un resbalón desafortunado cuando intentó despejar un balón dentro del área peruana. En lugar de enviar el balón lejos de su arco, el defensor se complicó y permitió que un delantero uruguayo aprovechara la oportunidad para marcar el primer gol del partido. Fue un fallo que no solo afectó el marcador, sino que también dio un golpe psicológico tanto a los jugadores como al cuerpo técnico de Perú.
Tras el gol, la cámara se centró rápidamente en la reacción de Del Solar. El técnico, conocido por su templanza y análisis detallado del juego, no pudo evitar mostrar una profunda sorpresa y desconcierto al ver la jugada. Con las manos levantadas, como si estuviera buscando una explicación en el aire, se desplazó hacia el área donde habitualmente se ubica la delegación peruana. Su mirada era de asombro total, casi como si estuviera buscando entender cómo un error tan simple podía cambiar la dinámica del partido tan rápidamente.
Este tipo de reacción, aunque natural, subraya la presión y la responsabilidad que recae sobre los entrenadores durante un partido, especialmente en competencias de alta relevancia como la clasificatoria para el Mundial. A pesar de que Del Solar es un técnico experimentado, no es ajeno a los momentos de frustración, y este fallo de Pósito parecía desbordar incluso su capacidad para mantener la calma en medio de la tormenta. El gesto de levantar las manos, en lugar de gritar o reaccionar de forma más agresiva, podría interpretarse como una especie de desahogo, como si el entrenador estuviera buscando un respiro para poder procesar la situación y, a la vez, no perder el control en un momento crucial del partido.
Es importante destacar que, aunque la imagen de Del Solar reflejaba una mezcla de incredulidad y desconcierto, también mostraba un lado humano del técnico. En un deporte tan impredecible como el fútbol, las reacciones a los errores de los jugadores son inevitables. Si bien los jugadores tienen la responsabilidad de evitar fallos, la presión de ser observados por miles de personas, junto con el peso de una camiseta nacional, puede ser abrumadora. En este contexto, Del Solar entendió que el joven Pósito, a pesar de su error, es un futbolista en formación y que ese tipo de fallos son parte del proceso de aprendizaje.
Lo que vino después del gol fue una muestra de profesionalismo por parte de Del Solar. Después de su breve momento de desconcierto, el técnico retomó rápidamente su papel de líder y motivador. No permitió que el gol tempranero afectara el rendimiento de su equipo de manera irreversible. A lo largo del partido, Del Solar trató de reorganizar y ajustar las líneas defensivas, buscando que Perú pudiera reaccionar y equilibrar el marcador. Este tipo de liderazgo es crucial, pues más allá de las emociones inmediatas, el técnico tiene que ser capaz de mantener la concentración de su equipo y transmitirles la confianza necesaria para sobreponerse a un golpe tempranero.
Finalmente, la reacción de "Chemo" del Solar tras el error de Pósito ante Uruguay es un recordatorio de las emociones que se viven en el fútbol profesional. Los entrenadores, aunque poseen la experiencia para manejar la presión, no son inmunes a los momentos de frustración y sorpresa. El gesto de Del Solar fue la respuesta natural ante un error tan desafortunado, pero también una expresión del compromiso que tiene con su equipo, buscando siempre encontrar soluciones y no dejar que los errores definan el curso del partido. Este episodio refleja el drama que acompaña a los partidos de selección y la complejidad de las decisiones y reacciones que se generan en el banco técnico.
16/02/2025
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